Logística y falta de especialistas un detonante para la salud de Isabela

El tema salud en Isabela, parece haberse convertido en un hecho común del que las autoridades parecen darle poca importancia.

Pues  de nada vale la disponibilidad y las buenas intenciones que pudieran tener la representación del Subcentro Médico Isabela cuando evidentemente el apoyo a este centro de salud es nulo por parte de la entidad respectiva. 

En los últimos días se ha podido notar que la entidad que está llamada a velar por la salud de la población ha realizado un cambio de horario cumpliendo con una jornada única, donde en caso de emergencias se encuentra con una puerta cerrada y un papel que indica un número en este caso del director para contactar. 

La carencia de un adecuado manejo de salud, refleja el quemi importismo de las autoridades y del Ministerio de Salud Pública, donde el lema la salud ya es de todos simplemente queda en una lírica.

Pues en el caso de Isabela siendo una comunidad aislada donde la falta de logística es un detonante que pone en riesgo la vida de los pacientes, la gestión de la salud no se siente progresar y en vez de transferirse especialistas médicos los equipos que fueron entregados para este subcentros son solicitados y trasladados hasta Puerto Ayora para su uso.

En este sentido Henry Farfán Jaramillo, Director del Subcentro Médico Isabela, indicó que un equipo de rayos X fue solicitado por la dirección del Hospital República del Ecuador para su uso.

 Pues entre otros aspectos, el Subcentro Médico Isabela, además de carecer de especialistas, no cuenta con un suficiente stock de insumos y medicinas para atender a la población.  

Realidades como estas y la subutilización de un área de quirófano equipada y en evidente  abandono, dejan en claro la urgente necesidad de que Isabela cuente con un hospital con el personal médico profesional y la atención oportuna a la comunidad.

Para muestra basta el caso de Angela Barrionuevo de 55 años de edad quien el pasado 10 de diciembre del 2006  tras ser traslada en uno de los esporádicos vuelos logísticos falleció en la ciudad de guayaquil. Luego el 6 de enero pasado su esposo Felipe Cajamarca, tuvo que ser trasladado vía marítima a la Isla Santa Cruz donde falleció al siguiente día a causa de un paro respiratorio.