Isabela, destino eco turístico de las Galápagos

El turismo que llega a Isabela, se ha dado más por un efecto multiplicador de promoción de personas que han logrado visitarla y la recomiendan como un destino natural de las Galápagos, según Cecilia Troya Correa, responsable de Información Turística.

 Un conjunto de atractivos se destacan desde la primera impresión en los turistas que llegan a Puerto Villamil, impresionados por el agua azul turquesa, las palmeras de coco, las extensas playas y sus calles de arena y aceras de piedra lava cortada. 

Puerto Villamil y sus alrededores como destino turístico posee los mejores recursos en  la Provincia de Galápagos, ya que cuenta con potenciales sitios de buceo de superficie, extensas playas de arena blanca, una red de senderos eco turísticos, el volcán Sierra Negra en plena actividad, lagunas con flamencos y otras aves de humedal, pingüinos, loberías, sitios de buceo de profundidad, islotes con abundantes colonias de aves marinas, centro de visitantes sobre tortugas gigantes, sitios para hace kayak y snórkel,  lugares para la caminata o para visitas en caballo, etc, destaca Troya. 

En la parte alta de la isla existe una zona agropecuaria localizada a 12 Km. de Villamil, donde se producen frutas  y se cría ganado.  

Isabela fue colonizada por primera vez en 1897 por Don Antonio Gil y los hombres que lo acompañaban, originarios de Floreana. En contraste con otras islas como Floreana y San Cristóbal, Isabela fue colonizada pacíficamente. A principios del siglo 20 alrededor de 200 personas habitaban la isla. 

 

En la Segunda Guerra Mundial los norteamericanos establecieron una base militar a 7 Km. de Puerto Villamil. Luego de esta guerra, el Gobierno del Ecuador estableció una Colonia Penal en Isabela, y uno de los campamentos de presidiarios usó las instalaciones que dejaron los americanos, en el sitio que ahora se llama el Muro de las Lágrimas, que actualmente es visitado por los turísticas. En 1959 fue abolida la Colonia por el ex presidente Camilo Ponce Enríquez.

 

 La Isla Isabela se ha desarrollado en los últimos años turisticamente, al momento cuenta con una Terminal Aérea construida por la Municipalidad y se gestiona la consecución de vuelos comerciales de mediana capacidad. Estéticamente se mantiene el entorno natural de la isla con las calles de arena complementadas de acera de piedra lava cortada y jardineras revestidas de planchonadas rústicas de lava y plantas endémicas.